domingo, 23 de septiembre de 2012

Batalla de Tucumán se ganó a puro coraje


La batalla de Tucumán tiene un significado especial en la causa de la Revolución, dado que frenó la avanzada realista, y es el primer acto del triunfo argentino del norte, del cual el segundo es la batalla de Salta. Más allá de la trascendencia que tuvo la batalla librada en Tucumán el 24 de septiembre de 1812, desde el punto de vista político, también es significativa desde el aspecto militar.

 
 
Las batallas de Tucumán y Salta, son las únicas de carácter campal dadas contra los españoles en el territorio argentino. Y esto les da a esos triunfos un significado singular. 
Nos referiremos a la batalla de Tucumán. Resulta de sumo interés, el testimonio que aporta el general José María Paz en sus Memorias, acerca de la retirada de Belgrano del norte, después de hacerse cargo de los restos del ejército patrio derrotado en el Desaguadero. Belgrano se retiraba desde Jujuy, en dirección a Tucumán, hacia fines de agosto de 1812. El ejército contaba con sólo 1.500 hombres, casi desorganizado y desprovisto de todo. Por detrás venía en su persecución, el general Tristán, destacado por Goyeneche con un ejército español de más de 3000 hombres.

A pesar que las avanzadas del ejército realista venían picando peligrosamente la retaguardia del ejército patriota, Belgrano se mantuvo sereno y valiente. Con su actitud logró que sus soldados no cayeran en el pánico. En esas circunstancias adversas, era cuando Belgrano mostraba su verdadera estatura moral. Según Paz: “jamás desesperó de la salud de la patria, mirando con la más marcada adversión a los que opinaban tristemente sobre ella”.

El valor de Belgrano se reflejaba en su actitud: “era siempre en el sentido de avanzar sobre el enemigo, de perseguirlo; o si era éste el que avanzaba, de hacer alto y rechazarlo”.  El triunfo premió a los tropas patriotas en la acción de Las Piedras, el de septiembre de 1812, contra las avanzadas realistas del coronel Huici.
 
Plano de la batalla de Tucumán realizado por el Gral. Mitre e incuído en su libro de Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina
 
 
Es importante señalar que Belgrano desobedeció la orden del Triunvirato que le ordenaba trasplantar a Córdoba la fábrica de fusiles que funcionaba en Tucumán, y desmantelar, desguarnecer y abandonar enteramente Tucumán, para establecerse en Córdoba, frente a la avanzada realista. La desobediencia de Belgrano selló la suerte de nuestras provincias del Norte, dado que obedecer las órdenes del Triunvirato, que sólo atinaba a salvar la Capital y su gobierno, hubieran significado la pérdida del norte argentino. Belgrano se debió enfrentar a los enemigos realistas y a las órdenes del gobierno, que actuaba de una manera egoísta. Con su actitud, Belgrano salvó la causa de la Revolución. Y éste es el enorme mérito de esta batalla.

Belgrano simuló tomar un camino que se dirigía a Santiago del Estero, sin tocar en Tucumán. Así, el prócer se propuso engañar a Tristán que creyó que Belgrano abandonaba Tucumán, con lo cual, descuidó las más elementales precauciones de orden militar, dando lugar a la captura en Trancas, de Huici. Belgrano se detuvo con sus tropas en La Encrucijada, lugar cercano a la ciudad de Tucumán, y despachó para Tucumán a Juan Ramón Balcarce, “dándole las más amplias facultades para promover la reunión de gente y armas y estimular al vecindario a la defensa”.

El vecindario tucumano respondió con entusiasmo al pedido de Balcarce, y el Cabildo envió una diputación a Belgrano, para persuadirlo a quedarse en Tucumán, y con todo el apoyo de este pueblo, organizar la defensa y presentar combate al invasor. Belgrano consiguió que se le otorgara dinero y gente en cantidad apreciable, por lo cual se dirigió a la ciudad de Tucumán, decidido a enfrentarse con el enemigo. Belgrano contó con doce días para organizar sus tropas. Su plan consistía, como dice Mitre en “esperar al enemigo fuera de la ciudad, apoyando su espalda en ella”, y después, “en caso de contraste, encerrarse en la plaza”. Para lo cual, cuenta Paz que en ella “se fosearon las bocacalles y se colocó la artillería” que no iba a llevarse a la acción. 
 
Rudecindo Alvarado (1792-1872). Combatió en las batallas de Tucumán a las órdenes de Belgrano y bajo el mando de San Martín en Chacabuco y Maipú. En 1826 Bolivar lo designó Gran Mariscal del Perú. Fué Gobernador de Salta en 1831. Museo Histórico Nacional
 
 
Los vecinos principales se ocuparon en alistar gente de la campaña para engrosar el ejército, también reunieron caballadas y proporcionaron reses para el mantenimiento de los defensores.

Llegaron contingentes reducidos de Catamarca y Santiago. Así se formaron los cuerpos de caballería de las provincias del Norte, llamados Decididos. Muchos de estos soldados tuvieron que improvisar hasta sus lanzas con cuchillos enastados en palos y tacuaras.
El ejército invasor tuvo que soportar el vacío y el silencio que hallaron a lo largo del camino. Eran hostilizados por las partidas criollas y el 23 de septiembre, el general Tristán, tuvo la máxima sorpresa, al avistar la ciudad de Tucumán y advertir la presencia de Belgrano y su ejército en ella.

El 24 de septiembre se encontraron el ejército realista y el patriota en la batalla de Tucumán, y a pesar de que el ejército realista contaba con 4000 hombres y el patriota con sólo 2000, la suerte sería favorable para los patriotas. Según palabras de Paz, “es el de Tucumán uno de los combates más difíciles de describirse, no obstante el corto número de los combatientes”. Continúa: “Que la izquierda y centro enemigos fueron arrollados; nuestra izquierda fue rechazada y perdió terreno en el desorden, en términos que el comandante Superí estaba prisionero por una partida enemiga, que luego tuvo que ceder a otra nuestra que la batió y lo represó. El enemigo, por consecuencia del diverso resultado del combate en sus dos alas, se vio fraccionado, a lo que se siguió una gran confusión”.

Desde el punto de vista estrictamente militar, la batalla se reduce a lo que refiere Paz. Porque lo que sigue, que acaba en victoria, se debió a distintos factores: religiosos, populares, psicológicos, naturales, etc.

A mitad de la batalla, ocurrió algo sobrenatural que contribuyó a desbandar las tropas realistas y a llenarlos de pánico. Fue un vasto huracán que llegó furioso del sur. Según el relato de Marcelino de la Rosa, a quien se lo contaron protagonistas de esta batalla: “El ruido horrísono que hacía el viento en los bosques de la sierra y en los montes y árboles inmediatos, la densa nube de polvo y una manga de langostas, que arrastraba, cubriendo el cielo y oscureciendo el día, daban a la escena un aspecto terrífico”. 
 
Cnel. Cornelio Zelaya (1782-1855). Fue uno de los subordinados más distinguidos que contó Belgrano en la batalla de Tucumán
 
 
Otro factor muy importante, además del viento y de las langostas, fue la acción de la caballería gaucha, tucumana en su mayor parte, del ala derecha. Esta llevó su carga sobre el enemigo, de un modo formidable. La caballería enemiga de Tarija, al verlos llegar, se asustó y huyó. Ni la infantería española pudo contenerlos : pasaron por encima y, cuando se dio cuenta, los encontró a su retaguardia. La caballería gaucha al llegar a los bagajes y las mulas enemigas, cargadas de oro y de plata, se dispersaron y se dedicaron a despojar de todo esto a nuestros enemigos. A pesar de las críticas de Paz, quizás esta actitud contribuyó a acobardar al ejército enemigo y a hacerlo retirar, dándose por vencido.
Después del encuentro de los dos ejércitos, reinó la confusión. La infantería patriota quedó dueña del campo de batalla, pero, viéndose sola, se replegó sobre la ciudad., y entró en ella para acantonarse y preparar su defensa. bajo el mando del coronel Eustoquio Díaz Vélez, mientras Tristán con el resto de su ejército llegó hasta la goteras de Tucumán, donde se estacionó como sitiándola. Belgrano, acompañado del coronel Moldes y algunos soldados, fue hasta el Rincón, sin saber los resultados de la acción. Paz va a ser quien se encuentre con Belgrano y le informe que en la ciudad se encontraba fuerte toda su infantería, con lo que Belgrano, conociendo el triunfo de la caballería tucumana, supo de su triunfo.

Tristán tuvo una actitud indecisa. Pero en la tarde del 25, se convenció de que no tomaría la ciudad, y vio que era amenazado de afuera por columnas patriotas que en torno a Belgrano se irían engrosando, por lo que se dio por vencido y esa misma noche emprendió la retirada en dirección a Salta. 
 
Medalla recordatoria del triunfo de la batalla de Tucumán.
 
 
Según el historiador Vicente Fidel López esta batalla fue “la más criolla de todas cuantas batallas se han dado en el territorio argentino”. Y eso es para él, “lo que la hace digna de ser estudiada con esmero por los oficiales aplicados a penetrar en las combinaciones con que cada país puede y debe contribuir de lo propio a la resolución de los problemas de la guerra”. 
Sobre su trascendencia, dijo Mitre: “Lo que hace más gloriosa esta batalla fue no tanto el heroísmo de las tropas y la resolución de su general, cuanto la inmensa influencia que tuvo en los destinos de la revolución americana. En Tucumán salvóse no sólo la revolución argentina, sino que puede decirse contribuyó de una manera muy directa y eficaz al triunfo de la independencia americana. Si Belgrano, obedeciendo las órdenes del gobierno, se retira (o si no se gana la batalla), las provincias del Norte se pierden para siempre, como se perdió el Alto Perú para la República Argentina’’. 
 

lunes, 17 de septiembre de 2012

BAHIA BLANCA TANGO Y TURISMO


Bahía Blanca, la ciudad de los vientos, el portal de la patagonia o quizás ahora “la ciudad del tango del interior”, se ha convertido en los últimos años en un “nuevo” destino turístico. Hoy las visitas a la ciudad presentan variedad y cantidad de actividades y atractivos que hace una década atrás resultaban impensables.
Además del embellecimiento de su casco histórico y plazas, nuevas peatonales, museos, actividades deportivas de participación popular, sus paseos de compras, bellísima arquitectura, excelente gastronomía y el nostálgico puerto de Ing. White que evoca postales de La Boca porteña, la ciudad bahiense ofrece desde hace dos años una “movida tanguera” sin igual en las provincias argentinas.
Es que Bahía tiene historia para ser referente en lo que a música ciudadana refiere, desde Augusto Pedro Berto, autor de “La Payanca”, podemos mencionar grandes nombres de reconocimiento nacional e internacional que nacieron en esta ciudad empezando, por mérito propio, con el gran “maestro de maestros” como solían llamarlo, Carlos Di Sarli, autor de la más bella obra que pudieran dedicarle a la ciudad: el tango “Bahía Blanca”. Los Hermanos Persia, Francisco Amor, Armando Lacava, Roberto Achával, Juan Carlos Marambio Catán (coautor de la letra de “El Choclo”), Carlos Escobar, Héctor Silva, Raúl Girou, Nicolás Tauro, Luis Bonnat, Carlos Amado, el luthier Humberto Bruñini, los poetas Mario Iaquinandi, Eduardo Giorlandini y Julio S. Canata, y, por adopción ya que vivió desde los 3 años hasta su adolescencia en la ciudad y estudió allí, incluimos entre los hijos de Bahía Blanca a Juan Carlos Cobián, cuya casita de los viejos se encontró en la calle bahiense Moreno Nº 310.
Dos milongas semanales; espectáculos en diferentes ámbitos cerrados y al aire libre; una Plaza del Tango con escenario y mural temáticos que evocan a las grandes figuras de la ciudad que han traspasado las fronteras locales con su obra; monumentos que han quedado como sello de la identidad bahiense como el de Gardel frente al hotel Muñiz donde el zorzal se hospedara en sus últimas visitas a la ciudad, una escultura en madera que embellece la Plaza del Tango con el rostro de Carlos Di Sarli y un busto del maestro frente a la que fuera la última vivienda de su familia; “Baldosas que NO Olvidan” en lugares emblemáticos como la casa de la familia Cobián y las Cinco esquinas del Barrio Villa Mitre con parte del tango homónimo de Giorlandini y Grossi, además de gran cantidad de calles y plazas con nombres de tango, cafés con historia como el Miravalles donde se sentara Gardel, la Estación de Trenes cuya confitería ofrece shows tangueros e inigualable chocolate con churros como el viejo Vesubio de la Calle Corrientes. También perdura el recuerdo de exitosas tanguerías que en la época dorada del tango veían sus mesas y pistas desbordar de amantes del 2x4 con números de Buenos Aires que desfilaban semanalmente al mejor estilo porteño.
En el año 2010, José Valle decidió desempolvar los recuerdos y hacer que el tango vuelva a ser moneda corriente en la ciudad del sur. Diversos homenajes, “Jornadas Gardelianas” cada mes de junio, el Ciclo “Bahía Blanca NO Olvida” y el “Festival Nacional de Tango “Carlos Di Sarli” de Bahía Blanca” son producción de este quijote para Dandy Producciones, emprendimientos privados que cuentan con colaboración pública.
En 2012, la 2º Edición del Festival, que se ha programado del 04 al 07 de Octubre con la intervención de más de 60 artistas de todos los ámbitos y el país, propone la presentación del libro biográfico “Carlos Di Sarli, El Señor con Alma de Niño” escrita por Giorlandini, Valle y Biondo con prólogo de Eduardo Parise, la inauguración de la 3º Baldosa que NO Olvida en homenaje a Mario Iaquinandi frente al que fuera su hogar, milonga callejera en pleno centro de la ciudad, espectáculos musicales y conferencias en distintos auditorios y escenarios, y un cierre de Gala en el Teatro Municipal con el Show “Muñecas Bravas” integrado por Gaby “La Voz Sensual del Tango”, Geraldine Trenza Cobre y Patricia Malanca junto al bandoneonista Norberto Vogel al que se sumarán la pianista bahiense Gisela Gregori, los cantantes Florencia Albanesi, Pablo Gibelli y Omar Olea, el ballet de Sergio y Adriana y los bailarines, finalistas por siete años consecutivos del Mundial de tango de Bs As, Natalia y Gustavo

lunes, 10 de septiembre de 2012

Preguntas sobre Sarmiento


1) ¿Cómo fueron sus primeros Años?
Domingo Faustino Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en la ciudad de San Juan. Sus padres fueron José Clemente Sarmiento y Doña Paula Albarracín y tuvieron quince hijos, de los que sólo sobrevivieron seis. Don Clemente y su hermano José Eufrasio Quiroga Sarmiento le enseñaron a leer a Domingo a los cuatro años. En 1816, mientras se reunía el Congreso de Tucumán, ingresó a una de las llamadas "Escuelas de la Patria", fundadas por los gobiernos de la Revolución, donde tuvo como maestros a los hermanos Ignacio y José Rodríguez.
2) ¿Cómo era la relación con su madre? 
El padre de Domingo no tenía un trabajo fijo, de manera que la tarea de mantener la familia recaía sobre doña Paula que instaló un telar en el patio de la casa. Sus clientes eran sus vecinos, y los conventos de San Juan que le encargaban las sotanas para sus frailes. Cuando Domingo terminó la escuela, Doña Paula quiso que estudie para sacerdote en Córdoba, pero el muchacho se negó.
3) ¿Cómo continuó con sus estudios? 
En 1823 quiso estudiar en Buenos Aires y tramitó una beca. En su época las becas se daban por sorteo. Sarmiento no salió sorteado y, al no contar con el dinero suficiente, no pudo continuar sus estudios y tuvo que quedarse en San Juan. A partir de entonces será autodidacta (estudiará por su cuenta). Un amigo ingeniero lo ayudará con las matemáticas, su tío José de Oro, con el Latín y la Teología. El francés lo estudiará solo en sus ratos libres.
4) ¿Cuándo conoció a Facundo?
En 1827 los montoneros federales de Facundo Quiroga invadieron San Juan. Sarmiento quedó muy impresionado por el episodio y decidió oponerse a Quiroga e incorporarse al ejército unitario del general Paz. Con el grado de teniente, participó en varias batallas. Allí conoció al personaje de su libro más importante, Facundo, que tomó San Juan y gran parte de Cuyo. Tras la derrota de Paz en 1831, Sarmiento decidió exiliarse en Chile. Allí consiguió un puesto de maestro en una escuela provincial en un pueblito llamado Los Andes. Sus ideas innovadoras no le gustaron al gobernador. El maestro sanjuanino renunció y fundó su propia escuela en Pocura. Allí se enamoró de una alumna con quien tendrá su primera hija, Ana Faustina.
5) ¿Quién era Facundo?
Juan Facundo Quiroga fue un caudillo riojano. Luchó en las campañas libertadoras junto a San Martín. A partir de 1825, junto a los caudillos federales Bustos e Ibarra enfrentó el proyecto político unitario de Rivadavia. Invadió Córdoba y se apoderó de la ciudad pero fue desalojado por el general unitario José María Paz, que lo venció en La Tablada el 23 de febrero de 1829 y en Oncativo un año después. Mantenía con Rosas una relación de aliado y era considerado por don Juan Manuel como su hombre en el interior. Las diferencias entre Rosas y Quiroga se centraban en el tema de la organización nacional. Mientras que Facundo se hacía eco del reclamo provincial de crear un gobierno nacional que distribuyera equitativamente los ingresos nacionales, Rosas y los terratenientes porteños se oponían a perder el control exclusivo sobre las rentas del puerto y la Aduana. Facundo fue asesinado el 16 de febrero de 1835.
6) ¿En qué se diferenciaban los unitarios de los federales?
Los unitarios eran partidarios del control administrativo y político de todo el país por parte de un poder central. Los federales proponían el respeto a la autonomía política y económica de las provincias asociadas. El federalismo acepta un gobierno central pero moderado por el poder de cada provincia.
7) ¿Cuando se inició como periodista?
En 1836 regresó a San Juan y concretó un sueño: fundar un diario desde donde poder transmitir sus ideas. Así nació El Zonda. Parece que las críticas de Sarmiento fueron muchas y alcanzaron al gobierno sanjuanino, que lo persiguió hasta lograr que cerrara el periódico en 1840. Decidió volver a Chile, con una vocación clara: el periodismo y un interés obsesivo, la educación, en la que veía la solución a la mayoría de los males que asolaban a la América Latina de su época.
8) ¿Quién era el enemigo número uno para Sarmiento?
Juan Manuel de Rosas, que en 1829 había asumido la gobernación de Buenos Aires y tenía una enorme influencia a largo de todo el país. Rosas era uno de los estancieros más poderosos de la provincia. En 1835, la muerte de Juan Facundo Quiroga creó una difícil situación. Los estancieros porteños pensaron que hacía falta "mano dura" para controlar la situación y le otorgaron la suma del poder público. A partir de entonces y hasta su caída en 1852, ejercerá el poder en forma autoritaria, persiguiendo duramente a sus opositores y censurando a la prensa, aunque contando con el apoyo de amplios sectores del pueblo de la provincia y de las clases altas porteñas. Muchos intelectuales, entre ellos Sarmiento, decidieron abandonar el país y oponerse a Rosas desde el exilio. Así, Montevideo y Santiago de Chile se transformaron en focos de la oposición antirrosista.
9) ¿Qué hizo durante su exilio en Chile?
La estadía de Sarmiento se prolongará por casi once años, de 1840 a 1851. Serán años de mucha creatividad y actividad intelectual. Allí publicará en 1845 su obra más importante, Facundo, Civilización y Barbarie, y fundará dos periódicos, La Tribuna y La Crónica, desde donde atacará a Juan Manuel de Rosas.
Entre 1845 y 1848, el gobierno chileno, a través de su ministro Manuel Montt, lo envió a un largo viaje por el mundo, con el objetivo de estudiar y evaluar las nuevas corrientes pedagógicas. Visitó Uruguay, Brasil, Francia, España, Austria, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU, Canadá, Panamá y Cuba. Sus experiencias quedaron reflejadas en el libro Viajes por Europa, África y América.
El 19 de mayo de 1848, a poco de regresar a Chile se casó con la joven viuda sanjuanina Benita Martínez Pastoriza y adoptó a su hijo Dominguito.
10) ¿Qué participación tuvo en la caída de Rosas? 
Cuando en 1851 el gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, armó el Ejército Grande para derrocar a Rosas, Sarmiento sintió que el momento que había esperado durante veinte años había llegado. Se incorporó con el grado de teniente coronel y participó, el 3 de febrero de 1852, en la batalla de Caseros. Derrotado Rosas, entró a Buenos Aires y se dio el gusto de instalarse por unas horas en el escritorio de Rosas, de donde habían salido miles de órdenes de captura, de opositores, varias de ellas contra el propio Sarmiento. Allí escribió el último parte del Ejército Grande.
Por fin la Constitución
Rosas había postergado sin fecha la sanción de una Constitución Nacional reclamada por todas las provincias. Era consciente de que ello hubiera significado nacionalizar la Aduana, el puerto y los recursos de Buenos Aires. Tras su derrota, ya no había excusas, había que organizar el país y Urquiza convocó a un Congreso Constituyente en Santa Fe para mayo de 1853. Pero aunque ya no estaba Rosas, los intereses de la clase alta porteña seguían siendo los mismos y Bartolomé Mitre y Adolfo Alsina dieron un golpe de estado, conocido como la Revolución del 11 de Septiembre de 1852. A partir de entonces, el país quedó por casi diez años dividido en dos: el Estado de Buenos Aires y la Confederación del resto de las provincias con capital en Paraná. Poco después de estos hechos, Sarmiento se distanció de Urquiza y volvió a Chile.
11) ¿Qué entendía Sarmiento por civilización y barbarie?
Sarmiento subtituló su libro más importante, Facundo, con la frase que para él sintetizaba su pensamiento: civilización y barbarie. La civilización era para Sarmiento la expansión de las ciudades, el desarrollo de las comunicaciones, el progreso, la cultura europea, mientras que a la barbarie la situaba en el campo con sus costumbres atrasadas y las características de los gauchos y los indios, mezcladas con el atraso que nos venía dado por la tradición hispánica.
En una carta de la década le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes".
12) ¿Cuáles eran los temas que preocupaban a Sarmiento? 
Básicamente dos: la educación y la política. En Facundo hace una notable descripción de la Argentina y de lo que para él eran sus males. Centra sus críticas en Rosas y los caudillos, símbolos para él del atraso. En Viajes(1849) difunde los avances y el progreso de los países que visita y que él quisiera ver en Argentina. Su modelo ideal es el sistema económico y social de los Estados Unidos y así lo expresa en Argirópolis (1850), donde expone un proyecto para crear los Estados Unidos del Sur, uniendo Argentina, Uruguay y Paraguay con una nueva capital en la Isla Martín García y propone fomentar la inmigración, la agricultura y la inversión de capitales extranjeros.
13) ¿Qué opinaba de la educación popular?
"Los pueblos se encaminan a la igualdad y al nivelamiento posible en la distribución de los goces que la sociedad debe asegurar a cada uno de sus miembros, para que la asociación no sea en ventaja exclusiva de algunos cuantos nacidos para la riqueza, los honores, la ilustración y las ventajas de la vida civilizada, en detrimento del mayor número condenado a permanecer siempre en la miseria, el embrutecimiento y el vicio."1
14) ¿Cuándo y por qué se instaló en Buenos Aires?
En 1856 el gobierno de Buenos Aires lo convocó para hacerse cargo del Departamento de Escuelas. Inmediatamente puso manos a la obra y ese primer año creó 36 nuevos colegios. Junto a su colaboradora, la educadora Juana Manso, escribió Anales de la Educación Común. En 1857 es electo senador provincial. Desde su nuevo puesto presentará innovadores proyectos, como el que permitió confiscar 100 leguas de campos a orillas del río Salado para entregárselos a agricultores que no tenían tierras. Así nació Chivilcoy. Fomentó la extensión de la línea ferroviaria y la creación de nuevas ciudades. En 1860 el gobernador Mitre lo nombró su ministro de Gobierno. Pero al no encontrar el apoyo necesario para sus proyectos, renunció a su cargo.
15) ¿Cuándo y dónde se inauguró el primer tren de la Argentina?
El 29 de agosto de 1857 se inauguró el Ferrocarril del Oeste, primer tren del país. Unía la Estación del Parque -hoy Plaza Libertad- y el actual barrio de Flores.
"No menos de treinta mil espectadores saludaban con aclamaciones, pañuelos y sombreros a la primera locomotora que, adornada con flores y banderas, corría a triunfar del desierto. En el centro de la plaza se alzaba el improvisado altar y el arzobispo Escalada bendecía a La porteña y La Argentina. Al pasar el tren sobre el elevado puente del 11 de Septiembre, un compadrito cruzó al galope debajo de aquel golpeándose la boca y dando vivas. Un gaucho viejo venía entrando con su tropa de ganado; desmontóse, e hincado sobre el pasto, se persignó al pasar la locomotora. (...) Al regresar en treinta minutos, cinco menos que en el viaje de ida, para recorrer los diez kilómetros, no faltaron episodios curiosos como el muchacho que por apuesta se tendió sobre la vía, pasando el tren sobre él; y el cacique Yanquetruz, que, al subir, buscaba dónde escondían al caballo." 2
16) ¿Cómo fue su obra como gobernador?
Urquiza fue derrotado en Pavón por Bartolomé Mitre quien se convirtió en el presidente de una Argentina que volvía a estar unida. Esta unidad se hizo desde Buenos Aires y en su beneficio. Mitre nombró a Sarmiento gobernador de San Juan. A poco de asumir, impuso en toda la provincia la enseñanza primaria obligatoria y creó escuelas para los diferentes niveles de educación, entre ellas, una de las más grandes del país para mil alumnos, el Colegio Nacional de San Juan, y la Escuela de Señoritas, para la formación de maestras.
Sarmiento se propuso cambiar su provincia. Lo modernizó todo, trazó el primer plano de la ciudad, caminos, calles, construyó nuevos edificios públicos, hospitales, fomentó la agricultura y la minería. Y como si fuera poco, volvió a una vieja pasión: editar su diario El Zonda.
17) ¿Qué responsabilidad tuvo en la muerte de El Chacho?
En 1863 el caudillo montonero Ángel Vicente Peñaloza, conocido como "El Chacho", intentó sublevar la zona de Cuyo contra la política centralista de Mitre. Sarmiento decretó el Estado de Sitio y dirigió la campaña que terminó con la vida del caudillo riojano. El ministro del interior de Mitre, Guillermo Rawson, pidió la renuncia de Sarmiento por decretar el Estado de Sitio, una facultad exclusiva del poder ejecutivo nacional. Así, en 1864, tras dos años de gestión, Sarmiento renunció a la gobernación.
"No sé lo que pensarán de la ejecución del Chacho. Yo inspirado por el sentimiento de los hombres pacíficos y honrados aquí he aplaudido la medida, precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza a aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se habrían aquietado en seis meses. (...) El derecho no rige sino con quienes lo respetan, los demás están fuera de la ley." 3
18) ¿Qué misiones cumplió como diplomático?
Tras su renuncia como gobernador y para protegerlo de las críticas suscitadas por su actuación contra el Chacho, Mitre lo envió en 1864 a los EE.UU. como ministro plenipotenciario de la Argentina. Sarmiento llegó a Nueva York en mayo de 1865 y comenzará a frecuentar las universidades norteamericanas y será distinguido con los doctorados "Honoris Causa", por dos ellas: la de Michigan y la de Brown. Allí también vivirá un gran romance con su profesora de inglés, Ida Wilckersham. Su alegría se apagaría de pronto al enterarse de que Dominguito había muerto en la Guerra del Paraguay.
19) ¿Por qué se produjo la Guerra del Paraguay?
Los gobiernos argentinos y brasileños habían aislado al Paraguay. Su único aliado era el Partido Blanco en el poder en Uruguay. Ante el derrocamiento de los blancos uruguayos, el presidente paraguayo, Mariscal Francisco Solano López, solicitó permiso al presidente Mitre para pasar por Corrientes y auxiliar a sus aliados. Mitre, que había apoyado el golpe en Uruguay, le negó el permiso. Solano López pasó igual y esto fue considerado por Mitre como una declaración de guerra, a la que pronto se sumaron Brasil y los nuevos gobernantes uruguayos, formando la Triple Alianza. Detrás de la Alianza estaba el capital inglés interesado en destruir el modelo paraguayo y obtener algodón para sus fábricas textiles. La guerra destruyó al Paraguay quedó despoblado de hombres y despojándolo de más de la mitad de su territorio usurpado por el Imperio Brasileño.
20) ¿Quien era Dominguito?
Era el hijo adoptivo de Sarmiento. Había nacido en Chile en 1845. Su padre, Juan Castro Calvo, murió cuando él era un bebé. A los tres años, su madre, Benita Martínez Pastoriza, se casó con Sarmiento quien lo adoptó. Combatió en la Guerra del Paraguay como capitán del Ejército Argentino. Sarmiento lo quería muchísimo y tras la muerte de Dominguito, ocurrida en el combate de Curupaytí en septiembre de 1866, cuando tenía 21 años, cayó en una profunda depresión.
21) ¿Cuál era la situación del país cuando Sarmiento llegó a la presidencia?
Mientras Sarmiento estaba en Estados Unidos, en la Argentina un grupo de políticos lo postuló como candidato a presidente de la Nación. Las elecciones, que se realizaron en abril de 1868, le dieron el triunfo y emprendió el regreso para asumir la presidencia el 12 de octubre de ese año. Cuando llegó a la presidencia Sarmiento tenía 57 años y muchos proyectos por delante. Pero no las tendrá todas consigo. El Senado obstaculizará sus proyectos más progresistas. En la Cámara de Diputados, sobre 50 legisladores, 35 eran opositores. La prensa porteña, por su parte, lo hostilizará por su condición de provinciano. Recibió un país endeudado y con la Guerra del Paraguay en pleno desarrollo que se llevaba la mayoría del presupuesto.
22) ¿Cómo funcionaba el modelo agro-exportador?
La Argentina por aquel entonces exportaba materias primas (cereales, lana, carne y cuero) e importaba productos elaborados (muchas veces con nuestras lanas y carnes). Nuestro principal comprador y vendedor seguía siendo como en 1810 Inglaterra, que siempre tenía un saldo a su favor porque las manufacturas son siempre más caras que las materias primas. Además los países productores de manufacturas tienen dos ventajas fundamentales: 1) no dependen de la naturaleza para su producción (inundaciones, sequías, etc. no la afectan) 2) dan empleo a mucha más gente que los que producen materias primas, que ganando mejores sueldos, los gastan en esas mismas industrias, dentro del mercado interno.
23) ¿Qué datos de interés aportó el primer censo?
Para tener un diagnóstico claro del país que iba a gobernar, Sarmiento dispuso en 1869 que se realizara el primer censo nacional. El país tenía 1.836.490 de habitantes, de los cuales el 31% habitaba en la provincia de Buenos Aires. Los analfabetos alcanzaban al 72 % de la población y el 75% de las familias vivía en la pobreza, en ranchos de barro y paja. Solamente el 1% de los argentinos había podido graduarse en alguna carrera universitaria.
24) ¿Cuál fue una de las mayores obsesiones de Sarmiento?
Las comunicaciones. Sarmiento sabía que en un país tan grande como la Argentina, el progreso dependía en gran parte de los ferrocarriles, telégrafos, teléfonos y canales fluviales. Había comprobado en los Estados Unidos que esa era la única manera de integrar a una Nación tan extensa y fomentar el desarrollo de su mercado interno apoyando el comercio entre las regiones. Logró durante su presidencia que se tendieran 5.000 kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y extendió la red ferroviaria de 573 kilómetros en 1868 a 1331 en 1874.
25) ¿Por qué se lo recuerda como el gran maestro? 
Por el gran impulso que le dio a la educación. Durante su presidencia fundó unas 800 escuelas en todo el país, la Facultad de Ciencias Exactas, el Observatorio Nacional de Córdoba y los institutos militares (Liceo Naval y Colegio Militar). Al terminar su presidencia 100.000 niños cursaban la escuela primaria.
26) ¿Qué hizo tras terminar su mandato presidencial?
Sarmiento terminó su mandato en 1874 y ya un año después ocupa el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires mientras seguía ejerciendo el periodismo, ahora desde el diario La Tribuna. Poco después fue electo senador por San Juan.
En esa época vivía con su hermana, su hija y sus nietos en la calle Cuyo, actual Sarmiento 1251. En 1880 el electo presidente Roca lo nombró Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. Desde allí continuó fundando escuelas por todas partes e impulsó la sanción de la Ley 1420, que establecía la enseñanza primaria, gratuita, obligatoria, gradual y laica para todos los habitantes del país.
27) ¿Cómo fueron sus últimos momentos?
En 1888, a los 77 años, decidió mudarse al clima cálido del Paraguay. Desde allí le escribe a su amada, Aurelia Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfield, autor del Código Civil: "Venga al Paraguay, venga que no sabe la Bella Durmiente lo que se pierde de su Príncipe Encantado. Venga y juntemos nuestros desencantos para ver sonreír la vida". Aurelia viajó al Paraguay, y lo acompañó durante esos meses, pero tuvo que viajar a Buenos Aires a principios de septiembre. Sarmiento murió el día 11 de ese mes de 1888. De acuerdo a su voluntad, su cuerpo fue cubierto con las banderas de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, y trasladado a Buenos Aires.

1 Sarmiento, Domingo Faustino, Facundo, civilización y barbarie, Buenos Aires, CEAL, 1982.
2 Obligado, Pastor, Tradiciones Argentinas, Buenos Aires, 1917.
3 Carta de Sarmiento a Mitre fechada el 18 de Noviembre de 1863, en Correspondencia Sarmiento-Mitre, Museo Mitre, Buenos Aires, 1911.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Rosas marcha hacia el exilio

Fuente: Public Record Office, Copia Foreign Office, en Diego Luis Molinari, Prolegómenos de Caseros, Buenos Aires, Editorial Devenir, 1962.
En el verano de 1852, el régimen de Rosas se derrumba en los campos de Caseros, mucho más rápidamente de lo supuesto por algunos observadores. Uno de ellos, ciertamente privilegiado, el representante del gobierno británico ante el de Buenos Aires, Robert Gore, nos ha dejado un detallado relato del desenlace de la batalla y del inmediatamente posterior refugio de Rosas en la legación inglesa. En un informe fechado el 9 de febrero de 1852 y dirigido a su superior, el ministro de Asuntos Exteriores, Lord Henry John Temple, vizconde de Palmerston, Gore señala:
Mi querido Lord,
No podía pensar, cuando zarpó el paquete en la tarde del 2 del presente, que al siguiente día terminaría el gobierno del general Rosas y su existencia política en este país. Por todas las circunstancias que he podido colegir, desde entonces, tanto él como su familia fueron mantenidos en la más completa ignorancia del poder, fuerza y recursos del ejército bajo el mando de Urquiza, pues ellos fueron animados por informes falsos, como para que creyesen que en el caso de una batalla, el general Rosas seguramente triunfaría.
En la tarde del 2 de febrero -el día anterior a la así denominada batalla- yo fui positivamente asegurado en la casa del gobernador que el general Benavídez, gobernador de la provincia de San Juan, estaba en la retaguardia del ejército de Urquiza con 4.000 hombres y 8.000 caballos; y que Pedro Rosas se hallaba tras el ala derecha con 2.000 indios, de tal modo que, según esta cuenta, e1 ejército de Urquiza tenía 24.000 hombres, de los cuales 3.500 eran brasileros, 1.500 orientales, y los restantes correntinos, entrerrianos y bonaerenses y de las demás provincias, muy bien equipados y con excelente disciplina.
En la mañana del 3 de febrero, el ejército de Rosas consistía de 18.000 hombres, habiéndose reducido a este número por la dispersión de 7.000 hombres el 31 de enero. Este ejército, salvados 5.000, eran principalmente reclutas forzados al servicio. En realidad no hubo batalla, pues las tropas de Rosas arrojaron sus armas y huyeron, y -exceptuando la división Palermo- no fue más que una pequeña lucha, demostrado por el resultado, pues cayeron muertos tan solo 190 a 200 hombres, y hubo 43.000 hombres en el campo de batalla. La artillería de Rosas fue emplazada en una trinchera, y los cañones apuntaban al aire, de tal manera que los tiros sobrepasaban sin causar ningún daño. Casi todos los jefes en quienes Rosas confió se encuentran ahora al servicio de Urquiza. Son las mismas personas a quienes a menudo escuché jurar devoción a la causa y persona del general Rosas. Nunca hubo hombre tan traicionado. El secretario confidencial que copiaba sus notas y despachos, nunca falló en enviar copias a Urquiza de todo lo que era interesante o le interesaba conocer a éste. Los jefes que mandaban la vanguardia de Rosas, se hallan ahora al frente de distritos. Nunca fue tan amplia la traición.
Relataré ahora a V. señoría la fuga de Rosas y su familia. El día 3 de febrero estuve durante todo el tiempo completamente ocupado, concertando con mis colegas los mejores medios para proteger las vidas y propiedades de nuestros respectivos coacciónales. Al regresar a mi casa, a las cuatro y media de la tarde, mi sirviente me informó que había admitido a una persona con uniforme de soldado común, pero que sospechaba ser el general Rosas, y que se hallaba reposando en mi lecho, muy exhausto por la fatiga y una herida que tenía en la mano, habiendo pedido que le dejasen recostar. Entré inmediatamente y hallé a Rosas en mi cama, cubierto con el humo y polvo de la batalla y sufriendo fatiga y hambre; mas, por otra parte, calmo y dueño de sí mismo. Díjome sonriendo: "Es un hecho curioso que el caballo que doné a Mr. Southern para la reina Victoria salvó mi vida esta mañana, y ahora me encuentro bajo la protección de la bandera inglesa".Inmediatamente me di cuenta que era necesario sacarle de mi cama y pasarlo a un buque de guerra, antes que se supiese o sospechase dónde estaba. Tenía poco tiempo disponible y debía emplear la mayor discreción posible, pues estaba por reunirme con los demás representantes, a las 6 p.m., para ir al campo de Urquiza, a pedido del general Mansilla, jefe de la plaza, para ofrecer nuestros buenos oficios, a fin de convenir con aquel general la constitución de un gobierno para la ciudad, y yo no poseía medio alguno para hacer nada hasta mi regreso. Me vi, pues, obligado a dejar al general Rosas, habiendo ordenado su cena y baño, y que por ningún motivo se permitiese a ninguna persona entrar o salir de mi casa hasta mi regreso.
Al llegar los agentes extranjeros a Palermo encontramos la vanguardia del ejército de Urquiza, entrando y adoptando sus medidas para pasar la noche, bajo el mando del general Galán, a quien hicimos conocer nuestra misión. Fuimos muy bien recibidos, y envió inmediatamente su edecán al campo de batalla donde se suponía que Urquiza pasaría la noche, para informarle del asunto que teníamos entre manos. Habiendo esperado hasta las 10 p.m. sin recibir nuestra respuesta, pensé que era prudente excusarme con el coronel Galán, y regresar a Buenos Aires, pues no me quedaban más de cuatro horas para concebir y ejecutar un plan para embarcar al general Rosas y su familia. Llegué a la residencia del almirante Henderson, a las once y media, quien inmediatamente aceptó mi proposición, de embarcar al general Rosas y familia a bordo del Locust, que se encontraba en el puerto, y despacharlo, al romper el día, a Montevideo, a alcanzar el paquete; y transferir a Rosas y familia al Centaur, no bien el Locust navegase por la rada exterior.
Pasé enseguida a mi casa, acompañado por su hija Manuelita, a quien confié mi plan e hicimos las preparaciones necesarias para el embarque, después de discutí un poco con el general Rosas, que deseaba permanecer en mi casa por dos o tres días, a fin de arreglar sus asuntos, antes de dejar para siempre su país. Después de revestir al general Rosas con un gran capote y gorro de marino, a su hija como si fuese un joven, y a su hijo con mis ropas, y hallándose listo un bote en cierto lugar perteneciente a un bajel mercante, nos dirigirnos hacia él. Tuvimos que pasar por dos garitas de centinelas, y en ambas nos examinaron, pero se nos permitió pasar al darme a conocer. Al llegar al río las aguas se hallaban muy bajas, y el grupo tuvo que caminar unas 400 yardas antes de llegar al bote. A las 3 p.m. todos estaban a salvo, a bordo del Locust. A las 4.30 a.m. yo andaba camino a Palermo, nuevamente, acompañando una comisión de la ciudad, para entregarla al general conquistador. Aseguro a Ud. mi Lord, que experimenté un profundo alivio al ver al Locust salir del puerto, mientras yo cabalgaba hacia Palermo
No he de molestar más a V.S. con este asunto, que Usted conocerá por mis despachos, y que pertenece ahora a la historia.
Fui presentado al general Urquiza, quien hablóme acerca del general Rosas y dijo que éste había peleado bravamente, y que creía que había marchado hacia el Sud; composición de lugar que no me sentí inclinado a contradecir de ninguna manera.
Lamento decir que la excitación contra los agentes británicos, especialmente en contra mío, a causa de la fuga del general Rosas, fue principalmente manifestada por súbditos ingleses y franceses, que hicieron lo más para que mi posición se tornase tan difícil e incompatible como era posible. A Dios gracias, siento que no he hecho más que cumplir con mi deber como agente británico, y como un gentilhombre inglés. No hice más que lo que era dictado por la humanidad y principios honorables. Los he tratado con la mayor indiferencia, a pesar de las amenazas de que me arrojarían a la calle, y que en cierta ocasión se envió a un sujeto a medianoche para que, golpeando mi puerta, me notificase que debía visitar al gobernador en la fortaleza por un asunto urgente, rehusándose mi sirviente a permitirle la entrada en la casa, amenazó balearme si me encontraba afuera. Me he mostrado en todas partes a todas horas, como de costumbre, sin más que un pequeño bastón corno único compañero; y confío en que cuando mis compatriotas se encuentren más calmos, verán el error en que han estado.
Los dichos acerca de mí, aunque increíbles, fueron y son admitidos por algunos. Así por ejemplo, mi casamiento con Manuelita Rosas, traspasándoseme por el general la casa habitación de Rosas en la ciudad y Palermo, siendo reclamados por mí como propiedad británica. El recibo de 60.000 patacones, es decir alrededor de 12.000 libras, que el general Rosas me habría donado por haber salvado su vida. Tales fueron los informes, libremente repartidos, principalmente por súbditos británicos; personas estas que no tenían porqué quejarse de la conducta del general Rosas, pero ignorantes del sentimiento del honor que gobierna la mente de un gentilhombre.
El Centaur zarpó esta mañana a las 4 a.m., para encontrarse con el Conflict, vapor al que será trasladado el general Rosas y su familia, y que navegará con su más rápido andar posible, a fin de dar con el paquete en Pernambuco. Si fallase en esto, tienen orden de proceder con ellos hasta Inglaterra, lugar que el general Rosas ha fijado para su actual residencia.
El general Rosas me aseguró que no poseía un centavo fuera del país, pero que llevaba consigo, -una insignificancia-, alrededor de 720 onzas de 2.300 libras de nuestra moneda, y que si sus propiedades en este país, que son muy considerables, fuesen confiscadas, él y familia se arruinarían.

sábado, 1 de septiembre de 2012

JOSE VALLE “EL TANGO Y EL FOLKLORE SON PILARES DE NUESTRA IDENTIDAD CULTURAL NACIONAL Y POPULAR”


Así lo afirmó José Valle, Secretario de Relaciones Institucionales del CEIN e ideólogo de la cruzada por incrementar la difusión
El Secretario de Relaciones Institucionales del Centro de Estudios de los Intereses Nacionales(CEIN), José Valle, ideólogo de la cruzada por incrementar la difusión del tango y el folklore en los medios masivos de comunicación, manifestó: “Todos los que formamos parte, de una u otra forma, del mundo cultural debemos luchar para que se difunda más tango y folklore en los medios. Juntos podemos lograrlo ya que desde que comenzamos a promocionar esta campaña muchísima gente y hasta algunos medios de comunicación se han hecho eco.
El tango y el folklore son expresión genuina de la tradición argentina que atravesó los últimos 150 años historia, y de todas aquellas costumbres y valores  culturales que los definen, integrando un universo más que musical y que hace y contribuye a la exaltación de nuestro acervo histórico en lo artístico como un verdadero eje constitutivo de nuestra identidad Nacional.
Tenemos en nuestro país relevantes y trascendentes hechos vinculados al tango y el folklore, cimiento cultural de nuestro pueblo e integrante de nuestro universo musical, la música de todos, que no sólo nos permiten identificarnos como miembros de una misma nación sino que nos representan también en el mundo entero.
En síntesis, la riqueza musical del Folklore  y del Tango y todo lo que ha significado históricamente para los argentinos (incluyendo sus repertorios, evoluciones socio-históricas, creadores, intérpretes y el alto nivel poético-musical de ambos lenguajes) justifica su difusión en los medios masivos de comunicación.
Así como un infante tatarea o intenta cantar música extranjera que escucha continuamente en radio, tv u otro medio, es esperable que haga lo mismo con nuestra música regional si la selección musical desde los mismos defiende un poco más los intereses y la identidad nacional, incluyendo dentro de su programación -compartiendo con sones de otras latitudes- nuestra música.
Es importante que desde la primera infancia los niños se familiaricen con la música de su país porque sus letras y sonidos esconden el espíritu, historia y sentimientos del mismo; transmiten, de forma divertida e inconsciente,  conocimientos que hacen al ciudadano de una nación.
Además, el conocimiento de las músicas de cada rincón del país hace a la integración de las mismas y al intercambio de vivencias que desde la historia, costumbres, clima y geografía diferencian a este extenso y hermoso territorio argentino.
Difundir el arte argentino, en cualquiera de sus disciplinas, debe ser preocupación de toda la sociedad y acción indelegable del Estado en su afán por fortalecer los lazos con la propia cultura y reconstituir un tejido social que permita a nuestros jóvenes simbolizar el presente desde la perspectiva de la historia vivida”.