miércoles, 24 de abril de 2013

Vicente Fidel López (24/04/1815 - 30/08/1903)


 Nació el 24 de abril de 1815 en Buenos Aires, hijo del doctor Vicente López, el famoso autor del Himno Nacional.

Cursó estudios en el Colegio de Ciencias Morales; más tarde fue discípulo de Diego Alcorta. En la Universidad se gradúa y es doctor en derecho (1837).

Participa en la fundación de una Sociedad de estudios históricos y sociales, del Salón Literario y laAsociación de mayo. En 1840, se radica en Chile, donde, asociado con Sarmiento, abre un colegio particular, El Liceo, que cierra después por negarse a expulsar del profesorado a Francisco Bilbao, escritor chileno.

En 1845 publica una Memoria de carácter histórico sobre los pueblos antiguos, un manual de la historia de Chile y un Curso de bellas Artes. Colabora en periódicos y revistas.

De regreso a Buenos Aires, publica dos novelas históricas, La Novia del Hereje (1854) y La loca de la Guardia. Emigra a Montevideo y edita su libro Las razas Arianas del Perú (1868). En compañía de Juan María Gutiérrez y Andrés lamas saca la revista del Río de la Plata (1871-77), es profesor y rector de la Universidad de buenos aires. (1873-1876) y edita en cuatro volúmenes  la Revolución argentina (1881). Algunos años después aparece su Historia de la República Argentina en 10 tomos (1883-1893). También es autor del Manual de Historia Argentina.

Bajo la presidencia de Carlos Pellegrini ocupó la cartera de Hacienda. Fue un activo participante de lamasonería argentina.

Vicente Fidel López falleció en la ciudad natal el 30 de agosto de 1903.


Obras

La novia del hereje (1854)
La loca de la guardia (1854)
Las razas arianas del Perú (1868)
La Revolución Argentina, 4 Tomos (1881)
Debate histórico. Refutaciones a las comprobaciones históricas sobre la historia de Belgrano (1882)
Introducción a la historia de la República Argentina (1881)
La Revolución Argentina, 3 tomos (1881)
El conflicto y la entrevista de Guayaquil, expuesta al tenor de los documentos que la explican, (1884)
Historia de la República Argentina, 10 tomos (1883-1893)

domingo, 21 de abril de 2013

ALFREDO ABALOS:cumple hoy 75 años...!!!

Nacido en San Fernando, provincia de Buenos Aires, y radicado en Santiago del Estero desde hace más de 30 años. ALFREDO vio la luz el 21 de abril de 1938, cumple hoy glooriosos 75 años...!!!
Entusiasta propulsor de todo lo que es nuestra tradición, como también destacado investigador de la misma. Ha actuado en escenarios de todas las latitudes, interpretando siempre música y canciones nuestro país.
Es considerado uno de los mejores solistas del canto popular, es además excelente percusionista. Supo a través de toda su trayectoria artística mantener una línea definida, respetando por sobre todas las cosas, la verdadera esencia de lo nacional.
Fue premiado y distinguido en numerosas oportunidades, exhibe con orgullo la distinción que más satisfacciones le ha dado: la de ser considerado "Cantor Popular". Es reconocimiento a esto que a través de tantos años ha mantenido en alto la bandera de la Identidad Nacional, sin claudicar ni otorgar concesiones que tal vez le hubieran facilitado el camino del éxito.

ALFREDO ABALOS, UN AMANTE DE LO NUESTRO, UN "CANTOR POPULAR" COMO A EL LE GUSTA QUE LE DIGAN, UN HOMBRE INTEGRO, QUE NO SE DEJA DESLUMBRAR POR EL EXITO Y LA FAMA, ESOS DOS IMPOSTORES...!!!

viernes, 5 de abril de 2013

El Instituto Nacional Sanmartiniano


En la capital de la República Argentina el 5 de abril de 1933, aniversario de la batalla de Maipú, por iniciativa del doctor José Pacífico Otero y en la sede del Circulo Militar, se procedió solemnemente a la fundación del Instituto Sanmartiniano.
El doctor Otero presidió el Instituto desde la fecha de su fundación hasta el momento de fallecer el 14 de mayo de 1937.
En el año 1941 su viuda, la señora Manuela Stegmann de Otero, donó al Instituto- en memoria de su esposo una casa a construir especialmente, reproducción de la que ocupara el General San Martín en Grand Bourg entre los años 1834 y 1848. La Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, durante la gestión del Grl Basilio Pertin, cedió un terreno de 290 m2 en la plaza formada por las calles Sánchez de Bustamante (hoy Mariscal Castilla) y Alejandro Aguado, en la que se concretó la donación, siendo la fecha de inauguración de su nueva sede el 11 de agosto de 1946.
Considerando el Poder Ejecutivo Nacional la necesidad de dar carácter oficial a una institución encargada de difundir la gloria, vida y obra del Libertador, dada la magnitud del héroe máximo y la trascendente obra histórica de la entidad, dispuso darle al Instituto la jerarquía que merecía y a tal efecto dictó, el 16 de agosto de 1944, el decreto N 22.131 por el cual fue oficializado con la denominación de Instituto Nacional Sanmartiniano.
El 27 de junio de 1945, se designó su primer Consejo Superior, presidido por el Cnl Bartolomé Descalzo con dependencia del entonces Ministerio de Guerra. En la actualidad depende de la Secretaria de Cultura de la Nación.

Presidentes del Instituto Sanmartiniano

  1. Dr. D. José Pacífico Otero (5/4/1933 al 14/5/1937)
  2. Grl Div. D. Juan Esteban Vacarezza (18/5/1937 al 08/4/1941)
  3. Dr. D. Laurentino Olascoaga (29/4/1941 al 04/9/1944)

Presidentes del Instituto Nacional Sanmartiniano

  1. Cnl. D. Bartolomé Descalzo (27/6/1945 al 13/5/1950)
  2. Prof. D. José María Castiñeira de Dios (14/8/1950 al 6/9/1952)
  3. Cap. Frag. D. Jacinto R. Yaben (4/10/1952 al 1/11/1955)
  4. Grl. Br. D. Ernesto Florit (25/2/1957 al 5/10/1965)
  5. Grl. Br. D. Carlos A. Salas (5/9/1967 al 4/9/1970)
  6. Grl. Div. D. Joaquín Aguilar Pinedo (25/2/1977 al 5/12/1983)
  7. Grl. Br. D. Manuel A. Laprida (20/9/1984 al 24/10/1989)
  8. Grl. Div. D. Toms Sánchez de Bustamante (26/10/1989 al 30/7/1991)
  9. Grl. Br. D. Diego Alejandro Soria (1/2/1992 al 27/5/2012)
  10. Eduardo Emanuel García Caffi (28/5/2012 al presente)


jueves, 4 de abril de 2013

En 1945 Surge una nueva línea en el radicalismo


El Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR) fue una agrupación política interna de la Unión Cívica Radical de la Argentina, creada en 1945, que se caracterizó por desarrollar un pensamiento político de centro-izquierda, fundado en una reinterpretación del nacionalismo de Hipólito Yrigoyen. Sus integrantes se identificaron con la intransigencia política que caracterizó tanto el accionar de Leandro Alem como de Hipólito Yrigoyen, y se llamaron a sí mismos intransigentes.
Los orígenes del Movimiento de Intransigencia y Renovación se remontan a la llamada década infame, nombre con el que se conoce a la serie de gobiernos que asumieron a partir del golpe militar que derrocó al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930.
A raíz del derrocamiento y encarcelamiento de Yrigoyen, la Unión Cívica Radical pasó a ser dirigido por Marcelo T. de Alvear y un grupo de dirigentes, que se caracterizaron por sostener posiciones conservadoras. Este enfoque del radicalismo argentino fue conocido como "alvearismo" o "unionismo".
En la segunda mitad de la década del '30 comenzó a tomar cuerpo una reivindicación actualizada de las ideas y actos de gobierno de Hipólito Yrigoyen, quien ocupara la presidencia entre 1916-1922, y 1928-1930. Existe amplio consenso en atribuir a Moisés Lebensohn la responsabilidad de haber desarrollado extensamente las bases de este pensamiento que puede definirse como "nacionalismo yrigoyenista". De todos modos, debe considerarse que tanto los aportes del grupo radical FORJA, así como la acción de gobierno de Amadeo Sabattini en Córdoba (1936-1940), contribuyeron también a dar forma al radicalismo intransigente.
El 4 de abril de 1945 un amplio grupo de dirigentes radicales opositores al unionismo que dirigía la UCR, se reunieron en la entonces ciudad de Avellaneda, corazón del cordón industrial de la ciudad de Buenos Aires, para debatir y consensuar las bases políticas para un programa de centro-izquierda y nacionalista, que pudiera dar respuesta a las nuevas realidades sociales, económicas y políticas que el acentuado proceso de industrialización estaba produciendo en la Argentina. El resultado fue la s:Declaración de Avellaneda, un documento histórico que se constituyó en una de las bases ideológicas de la Unión Cívica Radical.
Poco después, el 1 de noviembre de 1945 estos dirigentes radicales se reunieron en Rosario para constituir el Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR).
Entre los radicales que integraron y fundaron el MIR hay que mencionar a: Arturo Frondizi, Ricardo Balbín, Crisólogo Larralde, Moisés Lebensohn, Oscar Alende, Juan Gauna, Raúl Rabanaque Caballero, Arturo Illia, Francisco Rabanal. Luego adherirían también Ricardo Rojas, Adolfo Güemes, Elpidio González, Ernesto Giuffra, Miguel Mario Campero, Federico Monjardín, entre otros.
Amadeo Sabattini, simpatizaría con el MIR y se mantendría cercano, pero autónomo y con una posición algo más moderada.
En una breve síntesis la Declaración de Avellaneda sostiene:
partir de "los ideales de la argentinidad"
reivindicar a la Unión Cívica Radical como "la irrupción del pueblo en la escena política de la Nación"
En lo político: reafirmación de la democracia, rechazo de los regímenes corporativos, y defensa del sistema municipal.
En lo económico: reforma agraria, la nacionalización de los servicios públicos y monopolios, y libertad de inmigración.
En lo social: legislación protectora de los trabajadores, enseñanza gratuita y laica en todos los ciclos, y defensa de los principios de la Reforma Universitaria.
Dar absoluta prioridad a la defensa de la intangibilidad de las libertades individuales
En lo partidario: depurar la UCR, sostener el compromiso de no dividirla y oponerse a toda alianza con otras fuerzas políticas.
Las políticas que los intransigentes del MIR estaban insertando en la vida política argentina tenía fuertes puntos de contacto con las medidas económicas y sociales que ya entonces había comenzado a implementar el peronismo y los sindicatos, pero se diferenciaban en lo político por el fuerte acento puesto en la profundización de la democracia.
Los intransigentes del MIR se opusieron a la estrategia política que los unionistas al mando de la UCR decidieron llevar adelante en 1945, frente a la aparición del peronismo. Los unionistas optaron por una estrategia de confrontación dura con el peronismo, negándole toda legitimidad para actuar, y asimilándolo al fascismo-nazismo. A tal fin contribuyeron a formar una gran alianza antiperonista, que se denominó la Unión Democrática, en la que participaban los partidos conservadores, comunista, socialista, las grandes organizaciones empresariales, e incluso la embajada de los Estados Unidos.1 Esta alianza contaba con la abierta simpatía de la clase alta y la mayor parte de las clases medias, pero con la evidente antipatía de los nuevos trabajadores industriales que provenía de las grandes corrientes migratorias internas que estaban sucediendo en esos tiempos.
Por el contrario, los intransigentes, en minoría entonces en la UCR, proponían apoyar al peronismo en el impulso de las medidas socialmente progresistas y económicamente nacionalistas e industrialistas que estaba llevando adelante, y concentrar la crítica en los aspectos no democráticos del peronismo.
La contundente e inesperada derrota de la Unión Democrática en las elecciones de 1946, que permitió a Juan Perón acceder a la presidencia constitucional del país, debilitó al unionismo y permitió a los intransigentes asumir la conducción de la UCR durante el gobierno peronista.
Dos intransigentes, Ricardo Balbín y Arturo Frondizi, fueron elegidos para conducir el bloque de diputados radicales, conocido como Bloque de los 44, que se constituyó en la conducción de hecho de la UCR, luego de la derrota de 1946. Por su parte Los unionistas intentaron mantener el control del partido oponiéndose al voto directo y evitando la presencia de los intransigentes en los cargos partidarios.
Para 1947 la UCR se encontraba de hecho dividida en dos: los unionistas convocabron al Comité Nacional, sin presencia intransigente, y en respuesta estos últimos realizaron el Congreso del MIR en Avellaneda, en el cual adoptaron como programa para la UCR la Declaración de Avellaneda y aprobaron un documento titulado "Declaración Política", redactado por Lebensohn, que ponía en evidencia la profunda fractura interna que afectaba al radicalismo:
El advenimiento de éste régimen fue posible sólo por la crisis del radicalismo, que trajo la crisis de nuestra democracia. Sus direcciones accidentales habíanse apartado de su deber histórico. Soslayaron la lucha contra las expresiones nacionales e internacionales del privilegio y favorecieron de este modo su predominio en la vida argentina. La infiltración de tendencias conservadoras pospuso la defensa combativa de los derechos vitales del hombre del pueblo y de las exigencias del desarrollo nacional, a las conveniencias particulares de un sistema de intereses creados adueñados de los resortes de la producción. Este sistema jamás reflejó el pensamiento del radicalismo. Pudo mantenerse bloqueando la voluntad de los afiliados a quienes excluyó de las resoluciones fundamentales y mediante la invocación de sentimientos de solidaridad, agitados como escudo para proteger su política de hechos consumados, en los trances de reacción provocados por sus defecciones. Así este sistema, desleal al país, sofocó las persistentes demandas de rectificación, alejó a la juventud, creó el clima de la decepción popular, desarmó el espíritu del hombre del común y precipitó la situación actual, prestando la mayor contribución al establecimiento de los discrecionalismos que desde 1930 humillan a la República.
La UCR enfrenta la última etapa de su crisis en esta hora de reconstrucción, que queremos profunda. Plantea un dilema decisivo en la suerte del país: o un partido que podría llevar su nombre, pero en negación del espíritu radical, que es lo que ansían los intereses conservadores, o sea, la permanencia del drama argentino; o un radicalismo fiel a su origen y a su entraña popular, cual lo sienten los argentinos con vocación de justicia. Sólo un radicalismo de este sentido, renovado y reestructurado con nuevas ideas y nuevos procedimientos, que recoja el aliento de la época y la voluntad de elevar el contenido moral de nuestra vida pública, podrá realizar el país del mañana, forjar el progreso nacional y el bienestar social y edificar un régimen de verdadera libertad y de verdadera justicia, que contemple como valores esenciales a la dignidad y al pleno desarrollo de la vida y la felicidad de cada ser humano.
En el Congreso del MIR de 1947, los intransigentes aprobaron también el "Ideario", una vez más elaborado por Moisés Lebensohn que establece:
Reivindicación de las bases federalistas y comunales;
Reforma política. Sufragio femenino, neutralidad política de la administración y entes autárquicos;
Democratización de la cultura. Reposición de la Reforma Universitaria (1919) y de la Ley 1420 (1884);
Democracia económica. Control de la economía sobre la base de un planeamiento fijado por los órganos representativos de la voluntad popular que coloque a la riqueza natural, la producción, el crédito, las industrias, el consumo y el intercambio internacional al servicio del pueblo y no de minorías.
Nacionalización de los servicios públicos, energía, transporte, combustibles y de aquellas concentraciones capitalistas que constituyen "carteles" o monopolios, resguardando en tal forma al ámbito de la iniciativa privada en su realidad creadora.
Democratización industrial. Participación de técnicos, empleados y obreros, en la dirección y utilidades. Libertad sindical y derecho de huelga.
Reforma agraria inmediata y profunda, que coloque a la tierra, que no debe ser una mercancía, al servicio de la sociedad y el trabajo.
Reforma social que garantice a los habitantes: trabajo rígido y remunerado con dignidad, como deber esencial del Estado; nivel de vida decoroso; vivienda higiénica; protección de la salud como función social, acceso a la cultura. Régimen de la seguridad social que comprenda a toda la población durante el transcurso de la existencia humana: subsidios para la niñez, la educación, las enfermedades, la invalidez, desocupación y nupcialidad; seguro social;
Reforma financiera que haga incidir la carga impositiva sobre las grandes rentas y sobre la valoración producida por el trabajo colectivo.
Política tendiente a la cooperación económica mundial, a la unidad económica con los países vecinos y, progresivamente, con el resto de América.
Sostenimiento de la política internacional de Yrigoyen.2
Paradójicamente, la ruptura de la UCR entre unionistas e intransigentes, que parecía inevitable antes de las elecciones, no se produjo después debido a la fuerza unificadora que implicó el hecho de constituirse en el principal partido de oposición, y sobre todo por la fuertes restricciones y censura que el peronismo impuso a la actividad política de la oposición. El caso de Balbín, uno de los líderes del MIR y del bloque parlamentario radical, expulsado en 1949 por la mayoría peronistas de su banca de diputado y encarcelado en tres oportunidades, se constituyó en un símbolo de las persecuciones que el peronismo peronista realizó contra todos los radicales, sin discriminar entre líneas internas. Durante el curso del gobierno peronista los intransigentes fueron imponiendo su presencia y el retorno de la UCR al ideario yrigoyenista. Sin embargo, la permanencia de los unionistas dentro de la UCR, y la propia dinámica impuesta por el peronismo en la construcción del Estado de bienestar y los derechos de la mujer, como el voto femenino, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres establecido por la Constitución de 1949, impulsó un nuevo tipo de realineamiento interno en la UCR, relacionado ahora con la posición estratégica a adoptar frente al peronismo. El 16 de septiembre de 1955 se produjo el golpe militar que derrocó al gobierno de Perón, llamado Revolución Libertadora. En la UCR se produjo inmediatamente un realineamiento relacionado con la postura frente al gobierno militar y al peronismo, ahora proscripto, que dividió al MIR. El unionismo, que participó activamente en los movimientos insurreccionales que terminaron por derrocar a Perón, adoptó una posición de identificación con la Revolución Libertadora. Los intransigentes del MIR por el contrario se dividieron. Un sector, encabezado por Frondizi, adoptó una posición crítica y de presión frente al gobierno militar, en tanto que otro sector, encabezado por Balbín, se sumó a los unionistas. Frente al peronismo, los intransigentes de Frondizi proponían establecer una relación de diálogo que impulsara la democratización del peronismo, en tanto que los intransigentes de Balbín y los unionistas postulaban la lisa y llana prohibición del peronismo y su represión. Finalmente la fractura se produjo a fines de 1956. El MIR se reunió y el sector de Frondizi, mayoritario, sostuvo que la UCR debía presionar al gobierno militar hacia una salida electoral mediante la inmediata presentación de la candidatura de Frondizi, que era en ese momento presidente de la UCR, a presidente de la Nación. Frente a esa decisión, Balbín, en minoría, se retiró del MIR. Poco después, el 9 de noviembre se reunió en Tucumán la Convención Nacional de la UCR. El MIR llevó adelante la propuesta de "Frondizi para presidente", mientras que los balbinistas (ya separados del MIR), unionistas y sabattinistas, se opusieron. La Convención Nacional votó a favor de la propuesta intransigente y eligió a Arturo Frondizi como candidato a presidente de la Nación. Los unionistas, balbinistas y sabattinistas, abandonaron entonces la Convención y el 10 de febrero de 1957 formaron un nuevo partido: la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). Mientras tanto los intransigentes del MIR que seguían a Frondizi constituyeron la Unión Cívica Radical Intransigente. La división de la UCR significó el fin del MIR. Sin embargo, los intransigentes de la UCRI sostendrán básicamente las propuestas políticas planteadas por la Declaración de Avellaneda. Sin embargo en la UCRI, a poco de formarse, aparecieron dos sectores intransigentes. Uno de ellos, conducido por Frondizi y Frigerio, tendería a evolucionar hacia las nuevas concepciones desarrollistas difundidas desde la CEPAL, profundizando la relación con el peronismo, y construyendo un nuevo partido no radical en 1963: el Movimiento de Integración y Desarrollo. El otro sector, conducido por Oscar Alende, también relacionará los postulados de la Declaración de Avellaneda con el desarrollismo cepaliano, pero en una versión más vinculada con la Teoría de la Dependencia que impulsaran intelectuales como Sergio Bagú, Celso Furtado, Theotonio dos Santos y Aldo Ferrer, que lo llevará a una clara posición de izquierda, en alianza con el Partido Comunista, y a la creación en 1972 del Partido Intransigente (PI). En la UCRP, el balbinismo en cambio tendería a fundirse con el unionismo, adoptando una posición conservadora, considerablemente alejada de las pautas de la Declaración de Avellaneda. Sin embargo, a partir del golpe militar de Onganía, en 1966, la agrupación radical estudiantil Franja Morada, la Junta Coordinadora Nacional y el alfonsinismo, grupos que confluirán en la fundación en 1972 del Movimiento de Renovación y Cambio, desarrollarían en el seno de la UCRP (UCR desde 1972) una postura de centro-izquierda, que haciendo foco en un programa de "liberación nacional", retomó en gran medida los postulados intransigentes de la Declaración de Avellaneda y el MIR.

martes, 2 de abril de 2013

Argentina casi gana la guerra de Malvinas, según un documental británico


Argentina estuvo a punto de derrotar a Gran Bretaña en la Guerra de las Malvinas, pero no lo logró por una combinación de mala suerte y una artillería y municiones con fallas, según concluyó un documental británico emitido en el país
.
El programa del Channel 5 de Londres, titulado "The Great Falklands Gamble: Revealed" , incluyó una serie de imágenes de archivo inéditas, entrevistas con ex combatientes británicos del conflicto y análisis sobre el futuro de las islas.

"La historia será familiar para muchos, especialmente en este año que conmemoramos el 30 aniversario de la invasión argentina, y sin embargo, hay muchos detalles frescos", escribió hoy el periódico Daily Telegraph .

"El Royal Marine a cargo de la logística de la guerra da detalles acerca del desafío de trasladar (al Atlántico Sur) unas 9.000 toneladas de municiones, sin mencionar alimentos, combustibles y tropas a más de 8.000 millas", agregó.

El documental gira alrededor de la teoría que Gran Bretaña estuvo muy cerca de perder la guerra. "Seis buques británicos fueron blanco de bombas argentinas, que no detonaron. Si hubieran explotado, la campaña británica habría sido derrotada de inmediato. Eso ayudó, como también el hecho de que valientes Marines y paracaidistas británicos lucharon cuerpo a cuerpo hasta el final", destacó el Telegraph.

En una parte del programa, un ex veterano de guerra británico afirma ante las cámaras: "Los argentinos podrían haber ganado, si hubieran hecho las cosas bien".

Por su parte, el brigadier Julian Thompson, que fue comandante mayor de las fuerzas terrestres en las Malvinas durante el conflicto, admitió que en caso de una "nueva invasión de las islas, no podríamos repelerla de nuevo".

"No podríamos hacerlo de nuevo. Si los argentinos invaden mañana, no podríamos recuperarlas sin un portaaviones", aseveró. Las tensiones entre Gran Bretaña y Argentina escalaron en los últimos meses por el futuro de las Islas Malvinas, a pocas semanas de cumplirse 30 años de aquel conflicto bélico, que terminó con la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños..