domingo, 31 de marzo de 2013

ANECDOTAS DE JUAN MANUEL DE ROSAS


Los 25 mates

Cuenta Gabriel Carrasco, hijo de Eudoro Carrasco, empleado de la Secretaría de Rosas, una anécdota que recoge de su padre y que se refiere al Profesor de música de Manuelita Rosas (le enseñaba piano).

En una circunstancia, don Juan Manuel de Rosas trabó conversación con el Profesor, requiriéndole información sobre los adelantos de Manuelita en sus clases de música, originándose una prolongada conversación con el docente domiciliario...

Rosas, que siempre estaba asistido por una ordenanza que le cebaba mate, invitó al maestro de música, que aunque era poco aficionado a la criolla infusión, aceptó el ofrecimiento que venía de tan alta investidura. Mientras Rosas conversaba animadamente, el mate circulaba sin interrupción entre ambos protagonistas, hasta que en el sexto mate, el maestro, satisfecho, dio gracias al ordenanza.

Cuando Rosas recibe en forma seguida su mate se da cuenta que el maestro lo había abandonado, por lo que le advirtió que no quedaba bien tomar mate sólo, sino con alternancias, por lo que lo invitaba a seguir acompañándolo. El maestro, sin ningún entusiasmo, reanudó la ronda de mates con Rosas que era un gran tomador do esa infusión. Cuando se llegó a los quince mates el maestro estaba más que saturado y próximo a descomponerse, por lo que hizo señales al cebador en un sentido negativo. Rosas, advertido le manifestó que el mate estaba riquísimo y que sería una picardía el dejarlo, más aún, sería casi como una ofensa si lo dejaba sólo con el mate. Estas últimas expresiones, al parecer sonaron muy graves ya que el maestro resignado tuvo que seguir tomando mate.

El pobre hombre estaba hinchado, descompuesto, opilado como se dice, y entre la animada conversación de Rosas y sus miradas imperativas, siguió tomando hasta que Rosas, llamado por sus tareas políticas y administrativas tuvo que retirarse, situación que el maestro totalmente descompuesto aprovechó para retirarse de la casona de Palermo, llegando a su casa en estado deplorable.

A los pocos días, le llega de Palermo un sobre con una carta de Rosas en la que lo felicita por los progresos registrados por Manuelita en el piano, y también había dentro del sobre otro envoltorio; al abrir este último, encuentra veinticinco mil pesos y una nota que decía: “Van mil pesos por cada mate”, una pequeña fortuna. Dicen que el maestro golpeó fuertemente el pie contra el piso y exclamó: “¡Haberme tomado treinta mates!”, olvidando la descompostura de las vísperas.

Fuentes:

- Fermín Chávez. “La Vuelta de Juan Manuel’ Edil. Subsecretaría de cultura de la Dirección Nacional de Escuelas do la Provincia de Buenos Aires. Año 1992.
- Castagnino Leonardo. Juan Manuel de Rosas, Sombras y Verdades

domingo, 24 de marzo de 2013

"El 24 de marzo no es patrimonio de ningún sector político de la Argentina"



La presidenta Cristina Fernández remarcó ayer, en el acto donde se inauguró un Espacio de Investigación en el ex Centro Clandestino de Detención (CCD) Mansión Seré, y a horas del 37º aniversario del golpe cívico-militar del 24 de marzo, que esta recordación "no es patrimonio de ningún sector político de la Argentina", ya que cuando se produce un desplazamiento de los poderes democráticos y representativos por la vía de la fuerza "no se atenta contra un sector político. Se atenta contra la democracia".

La mandataria presentó legajos y notas originales de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), los cuales fueron restituidos al Estado nacional, y en ese contexto reivindicó y destacó la labor de "aquella comisión nacional creada durante la gestión del presidente (Raúl) Alfonsín" para investigar la desaparición de personas durante la última dictadura cívico-militar.

La jefa de Estado, junto al intendente de Morón, Lucas Ghi, y el titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, inauguró en el predio de la actual Casa de la Memoria y la Vida –ex Centro Clandestino también conocido como Atila– el "Espacio Mansión Seré - Centro de Investigación e Interpretación de Nuestra Historia Reciente" en un acto del que participó una multitud de vecinos y militantes de distintas agrupaciones del kirchnerismo en el marco del espacio Unidos y Organizados, así como representantes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, sobrevivientes de la ex Mansión Seré, legisladores, jueces, funcionarios y periodistas, entre otros.

Recordamos una muy triste fecha que prevalece en los corazones de todos, recordamos la masacre de miles y miles de argentinos a manos de un gobierno dictatorial que lo único que buscaba era hacerse cada día mas rico.
 Hoy recordamos una fecha que no debería haber existido, una fecha en la que miles de madres, hijos, esposas y esposos perdieron a sus más preciados familiares. La memoria y la justicia son requisitos básicos para que sucesos tan horribles no se repitan nunca más. Siempre me vuelve a la cabeza esta frase de José Larralde “Se me junto la noche y la mañana sin darme cuenta que dormía en un sueño, engarrotao de fríos y distancias” JOSE VALLE Presidente de Centro de Estudios y Difusión de La Cultura Popular Argentina

sábado, 16 de marzo de 2013

General Valle : “Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos. Viva la Patria.”


El Teniente General post mortem Juan José Valle (n. Buenos Aires 1896 - 12 de juniode 1956, Buenos Aires) fue un militar argentino que en 1956 encabezó una fallida sublevación cívico-militar contra la dictadura militar autodenominada Revolución Libertadora del Teniente General Pedro Eugenio Aramburu. Derrotado el movimiento, Valle fue fusilado por orden de Aramburu, junto a otras personas que adhirieron al levantamiento. Por este acto algunos sectores han denominado a aquel régimen militar como "la Fusiladora".
Se casó con Dora Cristina Prieto -quien pertenecía a una familia tradicional de Buenos Aires- y tuvieron una sola hija: Susana Cristina (1936-2006).
Fue ingeniero militar a los 22 años. Su capacidad profesional e inteligencia le permitieron desarrollar su carrera militar en los más prestigiosos destinos. Antes del movimiento del 9 de junio de 1956 nunca había participado en política.
Revistó en el Colegio Militar de la Nación como jefe de sección y comandante de la Compañía de Ingenieros Zapadores Pontoneros. Su inteligencia y contracción al estudio motivaron que fuera profesor de la Escuela Superior Técnica.
Fue miembro de la Comisión de Adquisiciones en el exterior, en París, Francia, tiempo que aprovechó para continuar su capacitación profesional.
Sus sobresalientes aptitudes profesionales lo llevaron a ser nombrado jefe del Batallón 4 de Zapadores Pontoneros en Concepción del Uruguay y luego subdirector de la Escuela de Zapadores (hoy Escuela de Ingenieros), la misma que a partir de 2006 lleva su nombre, Inspector de Ingenieros y Director General de Ingenieros hasta la finalización de su carrera con el golpe de estado de septiembre de 1955.
El 16 de septiembre de 1955 comenzó una insurrección militar, autodenominada "Revolución Libertadora", contra el gobierno constitucional del presidente Juan Domingo Perón. El 18 de septiembre el Ministro de Guerra Franklin Lucero solicitó por radio un parlamento entre los bandos opuestos y Perón envió una confusa carta al Ejército ofreciéndoles entregar su mando. En base a esta carta se constituyó una Junta Militar integrada por 17 generales entre los cuales estaba el general Valle, la cual inició negociaciones con los rebeldes y el 21 de septiembre conviene con ellos los puntos de acuerdo en base a los cuales se entregaría el poder, lo que se realizó el 23 de ese mismo mes.1
El poder fue asumido por un gobierno militar dirigido inicialmente por el General de División Eduardo Lonardi, removido poco después por Pedro Eugenio Aramburu quien asumió el poder el 13 de noviembre de 1955. Como parte de la política de ilegalización del peronismo, el gobierno militar dio de baja al general Valle.
En la noche del 9 de junio de 1956 comenzó una insurrección cívico-militar peronista comandada por el General Juan José Valle. El movimiento se desplegó en varias partes del país, pero fue rápidamente desbaratado. En los enfrentamientos los sublevados mataron a tres personas -Blas Closs, Rafael Fernández y Bernardino Rodríguez- y tuvieron a su vez dos muertos -Carlos Yrigoyen y Rolando Zanera- sin contar, por supuesto, los que fueron luego fusilados.2
Respecto del propósito de los rebeldes dice Page:
"El manifiesto que delineaba los objetivos del movimiento era un tanto vago; llamaba a elecciones a la brevedad posible y exigía la preservación del patrimonio nacional pero no decía nada respecto a Perón. Aunque un grupo de peronistas, individualmente, se unieron a la conspiración y las bases del partido la consideraban como un intento de entronizar nuevamente al conductor, la resistencia peronista se mantuvo a la distancia"3
El gobierno militar decidió efectuar un castigo ejemplificador y completamente inusual para la historia argentina en el siglo XX disponiendo el fusilamiento de los sublevados. Entre el 9 y el 12 de junio de 1956 27 civiles y militares fueron fusilados, algunos de ellos en fusilamientos clandestinos realizados en José León Suárez, antes de la orden de ley marcial, relatados en un clásico libro deRodolfo Walsh titulado Operación Masacre.
Valle, muy deprimido por los fusilamientos que ya se conocían, se había refugiado en casa de un amigo, Andrés Gabrielli. Como insistía en presentarse Gabrielli se entrevistó con el capitán Francisco Manrique en la Casa de Gobierno y obtuvo la promesa de que se respetaría su vida. El 12 de junio Valle esperó que Manrique lo fuera a buscar y lo llevara al Regimiento de Palermo, donde lo interrogaron y condenaron a muerte. Manrique fue a ver al general Aramburu y éste se negó a conmutarle la pena aduciendo que después que se fusiló a suboficiales y civiles no se podía dejar de aplicar la misma pena al cabecilla del movimiento. A las 8 de la noche avisaron a su familia que a las 10 sería fusilado. Su hija Susana que tenía entonces 18 años corrió a ver a Monseñor Tato, que había sido expulsado por Perón en 1955, quien por intermedio del Nuncio Apostólico obtuvo que el Papa telegrafiara un pedido de clemencia a Aramburu, sin resultado.4
Juan José Valle fue fusilado el 12 de junio de 1956 en la Penitenciaría Nacional de la Ciudad de Buenos Aires, actual parque Las Heras(en las calles Coronel Díaz y Las Heras) donde se encuentra una placa colocada en su memoria y la de los demás fusilados. Antes de morir entregó varias cartas a su hija Susana, entre ellas una a Aramburu expresándole su perdón.
Respecto de la reacción de Perón cuenta Miguel Bonasso:
"En carta a Cooke, Perón criticó acerbamente "el golpe militar frustrado", que atribuyó a "la falta de prudencia que caracteriza a los militares". Después, los acusó de haberlo traicionado y conjeturó que, de no haberse ido del país, lo hubieran asesinado "para hacer méritos con los vencedores".5
Por su parte el historiador Joseph A. Page dice sobre el episodio:
"En una carta que Perón envió a John William Cooke el mismo día del levantamiento de Valle, no había la más mínima traza de compasión por los militares rebeldes. El conductor criticaba su apresuramiento y falta de prudencia y aseguraba que sólo su ira por haber debido sufrir el retiro involuntario los había motivado a actuar".
Carta del General Juan José Valle al General Pedro Eugenio Aramburu del 12 de junio de 1956

Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi Patria la declaración fidedigna de los acontecimientos. Declaro que un grupo de marinos y de militares, movidos por ustedes mismos, son los únicos responsables de lo acaecido.
Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar la treta.
Así se explica que nos esperaran en los cuarteles, apuntándonos con las ametralladoras, que avanzaran los tanques de ustedes aun antes de estallar el movimiento, que capitanearan tropas de represión algunos oficiales comprometidos en nuestra revolución. Con fusilarme a mí bastaba. Pero no, han querido ustedes, escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad confesada por el mismo Rojas, vengarse de los sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones, desvirtuadas al día siguiente en solicitadas de los diarios y desahogar una vez más su odio al pueblo. De aquí esta inconcebible y monstruosa ola de asesinatos.
Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija, a través de sus lágrimas verán en mí un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas, verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos. Y si les sonríen y los besan será para disimular el terror que les causan. Aunque vivan cien años sus víctimas les seguirán a cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus hijos, bajo el terror constante de ser asesinados. Porque ningún derecho, ni natural ni divino, justificará jamás tantas ejecuciones.
La palabra "monstruos" brota incontenida de cada argentino a cada paso que da.
Conservo toda mi serenidad ante la muerte. Nuestro fracaso material es un gran triunfo moral. Nuestro levantamiento es una expresión más de la indignación incontenible de la inmensa mayoría del pueblo argentino esclavizado. Dirán de nuestro movimiento que era totalitario o comunista y que programábamos matanzas en masa. Mienten. Nuestra proclama radial comenzó por exigir respeto a las instituciones y templos y personas. En las guarniciones tomadas no sacrificamos un solo hombre de ustedes. Y hubiéramos procedido con todo rigor contra quien atentara contra la vida de Rojas, de Bengoa, de quien fuera. Porque no tenemos alma de verdugos. Sólo buscábamos la justicia y la libertad del 95% de los argentinos, amordazados, sin prensa, sin partido político, sin garantías constitucionales, sin derecho obrero, sin nada. No defendemos la causa de ningún hombre ni de ningún partido.
Es asombroso que ustedes, los más beneficiados por el régimen depuesto, y sus más fervorosos aduladores, hagan gala ahora de una crueldad como no hay memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el libertinaje de una minoría oligárquica, en pugna con la verdadera libertad de la mayoría, y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones de nuestro país. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos la dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como tienen ustedes los días contados, para librarse del propio terror, siembran terror. Pero inútilmente. Por este método sólo han logrado hacerse aborrecer aquí y en el extranjero. Pero no taparán con mentiras la dramática realidad argentina por más que tengan toda la prensa del país alineada al servicio de ustedes.
Como cristiano me presento ante Dios, que murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos, y como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos no sólo de minorías privilegiadas. Espero que el pueblo conozca un día esta carta y la proclama revolucionaria en las que quedan nuestros ideales en forma intergiversable. Así nadie podrá ser embaucado por el cúmulo de mentiras contradictorias y ridículas con que el gobierno trata de cohonestar esta ola de matanzas y lavarse las manos sucias en sangre. Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos. Viva la patria.
Juan José Valle. Buenos Aires, 12 de junio de 1956.

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Por qué los Papas cambian su nombre original?


Los nombres más utilizados por los Papas fueron Juan, Gregorio, Benedicto, Clemente, León, Inocencio, Pío y Esteban. Pero, ¿por qué se cambian el nombre?

Hay una explicación teológica fundamentada en la Biblia: Dios siempre cambiaba de nombre a aquellas personas a quienes encomendaba una misión determinada, como por ejemplo Abraham o San Pedro, cuyo original era Simón.

Por eso es que esta antigua costumbre se adoptó por el sumo pontífice, quien una vez que asume la misión de convertirse en la cabeza visible de la Iglesia, modifica su nombre. 

La elección del nombre es personal, y puede tener que ver con la intención de querer honrar a alguno de sus predecesores o querer llevar el nombre de un santo.

Cuando que asumen como Papa y cambian su nombre, el nuevo pontífice proclama a la multitud desde el balcón de la Basílica de San Pedro cómo deberán llamarlo los fieles, después de la famosa frase "Habemus Papam".

En el caso de Joseph Ratzinger, la última autoridad papal, eligió el nombre de Benedicto XVI en referencia a Benedicto XV, el Papa de la paz durante la Primera Guerra Mundial
¿Qué quiere decir "ser más papista que el papa"?
La expresión "ser más papista que el papa" se usa en castellano para referirse a quien manifiesta más preocupación o celo por un asunto que la persona directamente interesada o afectada, pretendiendo a veces ser más dogmático y rígido que el entendido en una materia.

Que España es un país de tradición católica se nota en la ingente cantidad de expresiones que tienen unabase religiosa. Así, además de la ya mencionada, es habitual escuchar a diario frases hechas como no saber de la misa ni la media, quedarse para vestir santos, acabar como el rosario de la aurora, ser un viva la Virgenestar donde Cristo dio las tres voces,irse el santo al cielo o hablar en cristiano.



martes, 12 de marzo de 2013

A 40 años de “Cámpora al gobierno, Perón al poder”


El 11 de marzo quedará en la memoria de miles de argentinos como un día histórico. Héctor Cámpora se impuso en los sufragios lo que permitiría la vuelta de Perón al país.
Esa misma noche, la policía reprimió brutalmente a los manifestantes que festejaban el triunfo frente a la sede del Partido Justicialista.
La UCR, que había postulado a Ricardo Balbín como candidato a presidente obteniendo poco más del 21 por ciento de los sufragios, desistió de ir a segunda vuelta.
Eran los últimos estertores de un proceso que había comenzado con el golpe de 1955 y que culminaba en el dictador Alejandro Agustín Lanusse de manera patética.
Lanusse lo intentó todo para evitar que el peronismo retornara al gobierno o, al menos, tuviera limitado su poder.
Poco antes del primer regreso de Juan Domingo Perón al país, en 1972, Lanusse había dicho que al viejo caudillo "no le da el cuero para volver".
La consigna estratégica que derrumbó la fantasía lanussista: "Cámpora al gobierno, Perón al poder"
Como su expresión de deseo se vio frustrada, y ante la evidencia de que el peronismo tenía todas las posibilidades de gobernar (Lanusse buscaba la salida electoral para apagar el incendio de las sublevaciones populares) inventó la "cláusula de residencia" por la que Perón no podía presentarse como candidato ya que como consecuencia del exilio obligado debió permanecer 18 años fuera del país.
Fue entonces que surgió la figura de Cámpora, el colaborador más estrecho de Perón, y la consigna estratégica que derrumbó la fantasía lanussista: "Cámpora al gobierno, Perón al poder".
Perón designó a Cámpora como candidato presidencial y, paradojas de la historia, miles de jóvenes encarnaron en él sus aspiraciones revolucionarias.
"El Tío", como lo llamaba la Juventud Peronista, se transformó en el símbolo de ese destino que gran parte de la juventud había elegido, influenciada por la resistencia peronista, la revolución cubana, el mayo francés y, sobre todo, por las sublevaciones populares como el Cordobazo, el Tucumanazo y el Rosariazo.
Otra paradoja de la historia: muchos de esos jóvenes provenían de familias de clase media antiperonista y algunos, incluso, de la derecha católica.
La consigna "Cámpora al gobierno, Perón al Poder" marcó en ese sentido un quiebre generacional en sectores de la clase media: los hijos de quienes habían festejado en Plaza de Mayo el derrocamiento de Perón en 1955 ahora se unían a los trabajadores, militaban y se sumaban a organizaciones como la Juventud Peronista y Montoneros.
Los 49 días de la "primavera camporista", como se llamó a ese período, transformaron a Cámpora, a pesar de su edad, en un símbolo de la juventud rebelde y combativa.
La dictadura militar que tomó el poder en 1976 buscó borrarlo de la historia -como a miles de argentinos- impidiéndole durante un largo tiempo abandonar la embajada de México para marchar al exilio y sólo lo dejó partir cuando estaba segura que allí moriría al poco tiempo.
Esa dictadura le tenía temor al símbolo y la prueba de esto es el despliegue militar que puso en marcha cuando Cámpora fue trasladado desde la embajada mexicana al Hospital Italiano y de allí al exilio.
Se ocuparon militarmente edificios cercanos al hospital, mientras numerosas patrullas armadas recorrían las calles para "custodiar" al ex presidente enfermo.
No es casual, entonces, que "El Tío" -invisibilizado durante muchos años- sea rescatado ahora por miles de jóvenes que se volcaron a la militancia, incluyendo a los hijos de esos otros jóvenes que fueron asesinados y desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Cámpora, de alguna manera, concentra esa frase que Néstor Kirchner le dirigió a la juventud: "sean transgresores".

viernes, 8 de marzo de 2013

Heroínas de Nuestra Historia

La historia les debe el reconocimiento. Defendieron ideales, fueron madres y sobre todo luchadoras. En esta nota, Manuela Pedraza, Juana Moro, Macacha Güemes, Micaela Bastidas y Juana Azurduy

Aún no ocupan el lugar de privilegio que merecen –los libros y los homenajes siguen en deuda con ellas– pero al menos, poco a poco comienzan a pronunciarse sus nombres. No fueron mujeres que caminaron a la sombra de los varones. Algunas anduvieron solas, estandarte en mano; y otras, a la par de un hombre.
Si bien la historia pareciera no querer definir con exactitud el hecho real que da origen a esta fecha, se mencionan dos que terminaron en despiadadas matanzas. Una de ellas, es la que sufrieron las 146 obreras de la fábrica de camisas Triangle en 1911, en New York. Debido a las malas condiciones en que trabajaban, un incendio se apoderó de todo el edificio y, como todas las salidas estaban cerradas, no pudieron salir. 
El trágico hecho generó importantes cambios en la industria y la posterior creación del sindicato de trabajadoras textiles. Además, se reforzó la idea de libertad que, desde el mismo inicio de este mundo, el género femenino proclamó. Es por ello que en diciembre de 1977 la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
También hubo otro hecho conmemorable: en 1908, 40 mil costureras se declararon en huelga, en demanda del derecho a  sindicalizarse y obtener mejores salarios, una jornada laboral menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil.
Durante esa huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga.  

Las heroínas de nuestra historia
Macacha Güemes. Nació en el seno de una familia acomodada, y fue educada según los estándares de las mujeres de la época. En octubre de 1803 contrajo matrimonio con Román Tejada, hijo de una de las familias más tradicionales y antiguas de Salta.
Al estallar la Revolución de Mayo, adhirió a la causa patriota, colaborando con su hermano Martín Miguel de Güemes. Ayudó desde la confección de vestimentas e indumentaria para los soldados, hasta la obtención de información entre los partidarios realistas.
Lideró una red de informantes que actuaba en Salta, Jujuy y Tarija, y aportó datos fundamentales para controlar al enemigo. Entre los integrantes de la red se encontraban mujeres de la alta sociedad y campesinos que, mezclándose con partidarios y opositores, recogían datos que ella interpretaba y transmitía a su hermano. Güemes se encontraba con ella cuando una partida realista lo atacó e hirió en Salta, el 7 de junio de 1821, causándole la muerte días después.
Macacha fue una de las mujeres más destacadas y respetadas de Salta, especialmente por las clases menos favorecidas, las cuales constituían en su mayoría el ejército gaucho de Güemes.
Juana Moro era una dama jujeña radicada en Salta. En 1813, Juana convenció al Marqués de Yavi –noble con rango militar que provisoriamente gobernaba Salta– de abandonar la lucha contra los patriotas. El 20 de febrero, durante la batalla de Salta, el marqués comandaba un ala del ejército de Pío Tristán y decidió retirarse sin atacar. Esto contribuyó al triunfo de Manuel Belgrano.
Durante las posteriores invasiones realistas Juana vestía de gaucho o de viajera inofensiva y se trasladaba a caballo registrando recursos y movimientos del enemigo. En una oportunidad fue descubierta y obligada a cargar pesadas cadenas, pese a lo cual no delató a las tropas a las cuales era leal.
Fue condenada por sus actividades a morir en su hogar: cada orificio fue tapiado para aislarla, pero una familia vecina se condolió y le proveyó agua y alimentos hasta que los patriotas recuperaron el dominio de la situación. Por esa condena, que felizmente no se logró cumplir, Moro fue apodada "La Emparedada".

Manuela Pedraza. Heroína de la Primera Invasión Inglesa. Entre los días 10 y 12 de agosto de 1806 se destacó por su lucha en el cruel combate que se produjo en las calles de Buenos Aires para reconquistarla de manos de los ingleses. Manuela, casada con un soldado patricio, se lanzó al lugar de mayor peligro; luchó a su lado, pero el hombre cayó atravesado por una bala. Manuela tomó su fusil y mató al inglés que había disparado sobre su hombre. Pasada la lucha, el general vencedor la recompensó con el grado de alférez y goce de sueldo.
En su parte dirigido a la metrópoli decía: "No debe omitirse el nombre de la mujer de un cabo de Asamblea, llamada Manuela la Tucumanesa (nacida en Tucumán), que combatiendo al lado de su marido con sublime entereza mató a un inglés del que me presentó el fusil".
Manuela termina trastornada y en la miseria. Una de las calles de la ciudad que ayudo a reconquistar hoy lleva su nombre.
Micaela Bastidas Puyuqawua (Cuzco, 1781). Fue precursora de la independencia de América y esposa de José Gabriel Condorcanqui Tupac Amaru II, a quien supo guiar, alentar y orientar durante sus batallas, pero fue ejecutada antes que Condorcanqui.
La noble y valerosa mujer subió al tablado de la muerte orgullosa y altiva, con rostro desafiante. Sus verdugos trataron inicialmente de arrancarle la lengua, pero opuso tal resistencia que solo lo pudieron hacer una vez que estuvo muerta.
Fue sometida a la pena del garrote, y padeció por tener el cuello sumamente delgado: el torno del metal no logró ahorcarla, entonces le fue aplicado un lazo alrededor del cuello, tirando de él dos españoles hasta ahogarla, a la vez que le aplicaban puntapiés en el vientre y en los senos.
Juana Azurduy, la más –o la única– reconocida, al menos de nombre. Su vida casi comienza signada por la tragedia: al cumplir 7 años quedó huérfana y al cuidado de sus tíos, con quienes no tenía buena relación, y la hicieron ingresar a un convento.
Su espíritu de lucha la llevó a enamorarse del general Manuel Padilla, con quien tuvo 5 hijos. Luchó a la par de él en las batallas del actual territorio boliviano. Peleaban por la independencia. Organizó el "Batallón Leales" –Batalla de Ayohuma, 9 de noviembre de 1813–.
Atacó el cerro de Potosí (8 de marzo de 1816) y fue clave en el triunfo logrado en el Combate del Villar, actuación que le dio el rango de Teniente Coronel –decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el 13 de agosto de 1816–. El máximo homenaje que tuvo en vida fue del propioManuel Belgrano: le hizo una entrega simbólica de su sable.
El 14 de noviembre de 1816 Juana fue herida en la Batalla de La Laguna; Padilla acudió a rescatarla, pero no pudo: lo mataron. Esa muerte generó no sólo su desazón anímica sino también un cambio en los planes militares, por lo que terminó uniéndose a Martín Miguel de Güemes. Cuando éste murió (1821), quedó reducida a la pobreza. Fue Simón Bolivar quien, luego de visitarla y avergonzado por cómo vivía la libertadora, la ascendió al grado de coronel y le otorgó una pensión. Luego de la visita le comentó al mariscal Antonio José de Sucre: "Este país no debería llamarse Bolivia en mi homenaje, sino Padilla o Azurduy, porque son ellos los que lo hicieron libre".

miércoles, 6 de marzo de 2013

Joaquín V.González


Joaquín Víctor González nació en Nonogasta, pequeño pueblito de Chilecito, en La Rioja, el 6 de marzo de 1863. Se podría decir que lo suyo fue intenso y breve. En la vida política y social tuvo una distinguida participación, arrancando y también terminando muy pronto. Luego de estudiar en el tradicional colegio Monserrat de Córdoba, a los 18 años se inició en el periodismo, a los 23 era doctor en jurisprudencia y diputado nacional, y a los 26 ya había sido electo gobernador de La Rioja. En 1887 participó de la comisión de reforma constitucional y de la redacción de la constitución provincial. Mientras tanto, ya se desempeñaba como profesor de historia, geografía y francés.
Con posterioridad, pasó a desempeñarse en cargos educativos de jerarquía nacional y, ya desde 1901, se hizo lugar en diferentes gabinetes nacionales. Con los presidentes Julio A. Roca, Manuel Quintana y José Figueroa Alcorta se desempeñó como ministro de Interior, Relaciones Exteriores y Culto y Justicia e Instrucción Pública. En esta instancia, impulsó la reforma electoral de 1902, que permitió la elección de diputados socialistas.
En 1904, impulsó una ley del trabajo, radicalmente novedosa, que fue rechazada tanto por las patronales como por el movimiento obrero. En aquellos años, además, fundó el instituto pedagógico que ahora lleva su nombre (entonces, Instituto Nacional del Profesorado Secundario) y fue uno de los organizadores y primer rector de la Universidad de La Plata.
Su primer gran trabajo escrito fue La tradición nacional (1888), un puntilloso análisis del país desde una perspectiva positivista, muy propia de la época del “orden y progreso”. Le siguieron unos cincuenta textos de reflexiones históricas y filosóficas, que componen toda su obra, entre los que se destacaron Mis Montañas(1893), Educación y gobierno (1905), El juicio del siglo (de 1913) y Patria y Democracia (1920).
En diciembre de 1923, falleció, a la edad de 60 años mientras se desempeñaba como senador nacional